Mantente erguido y sonrie.

sábado, 11 de enero de 2014

Dichoso viento.





Me he despertado inquieta. Sintiendo frio y calor a la vez. He vuelto a cerrar los ojos con fuerza, obligándome a dormir un poco más.
<<¿Qué hora es?
Oh, sigue siendo de noche. Vamos, descansa un poco>>
Desde la cama he mirado por la ventana, al cielo negro. He estado así un buen rato, intentando encontrar silencio para que vuelva a mí la calma.
Pero nada. El viento sopla con fuerza, silbando y haciendo que alguna puerta golpee contra el marco una y otra vez.
Pum.
Pum.
Y ese es el problema, el viento. Me pone nerviosa, me altera. Siento como los arboles se mueven y sus ramas crujen un poco más abajo, siento como la chica que baja a pasear a su perro todos los días se estrecha la chamarra al cuerpo, siento como a alguien al que ni conozco se le alborota le pelo.
Dichoso viento.
De mal humor me he levantado para pegarme a la ventana. De pie, con la nariz en el frio cristal he visto amanecer. Los colores iban de naranja, a naranja más clarito, amarillo y luego, como en una buena paleta, en una transición perfecta a azul. Azules.
He visto un avión a lo lejos, entre las nubes rosáceas y he pensado: <<Suertudos. A  vosotros no os ha despertado el viento. >>
Y con eso he vuelto a la cama, y por suerte a la calma.



1 comentario:

  1. En mi habitación hay noches que es imposible dormir por el viento, te entiendo totalmente.
    Gracias por pasarte por mi blog, te sigo.
    Espero que mi blog te guste y hagas lo mismo :)
    Un beso,

    http://mariluzgarzo.blogspot.com.es/

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